domingo, 16 de enero de 2011

El éxito de la perseverancia

Cuando queremos formar parte de una franquicia mundial o bien queremos desarrollar nuestro propio negocio, hay un elemento fundamental que juega un papel muy importante en nuestras vidas en combinación con nuestra fuerza de voluntad y que no es otro que la perseverancia.
Las personas que han acumulado grandes riquezas supieron combinar esa fuerza de voluntad con el deseo de lograr sus objetivos, consiguiendo así alcanzar unas metas que pueden parecer inasequibles al más común de los mortales.
Este tipo de personas se caracterizan por haber aceptado la derrota como algo transitorio o accidental y no admiten los reveses que les da la vida. Son personas que han sabido levantarse una y otra vez, y cuyo deseo en obtener aquello por lo que luchan es tan fuerte que al final la derrota termina por convertirse en victoria. Este tipo de personas no conocen la palabra rendición. Son perseverantes.
La gran mayoría de las personas están preparadas y mentalizadas para abandonar un proyecto empresarial al primer obstáculo que se les presenta en el camino. No comprenden ni aceptan que el castigo de la derrota debe ser un acicate para realizar un sobreesfuerzo aún mayor. Al no aceptarlo ni tener la suficiente perseverancia, pierden la perspectiva de sus proyectos, no logrando jamás alcanzar objetivo alguno en la vida, ya que al aparecer las primeras dificultades u obstáculos y no saberlos sortear, se verán abocados al abandono.
Debemos ser originales en nuestra manera de ofrecer un producto a nuestro nicho de mercado. Tenemos que diferenciarnos de nuestros competidores que se dedican al mercadeo en red y vender nuestra mercancía de manera distinta a como lo hacen los demás. Es por ello que también tenemos que perseverar si queremos tener cierto grado de éxito. Hay que buscar nuevas formulas, nuevas maneras de llegar a nuestros potenciales afiliados, haciéndoles ver que nuestros productos son los mejores y los más rentables y que si deciden asociarse con nosotros y formar parte de nuestro equipo, tendrán a su disposición todos los recursos, tanto humanos como técnicos, para que puedan desarrollar sus negocios con total garantía de éxito.
El éxito en los negocios depende en gran medida del esfuerzo que le dediquemos. Hay que esforzarse día a día, hay que marcarse un objetivo y no desviarse ni un milímetro del camino trazado y hay que insistir y hacer frente a las dificultades que aparezcan en nuestro recorrido hacia el éxito, porque aunque esas dificultades puedan parecer insalvables, te puedo asegurar por propia experiencia, que se pueden vencer y superar.
Para entender mejor el concepto de perseverancia, expongo en las siguientes líneas una reflexión:
“Imaginemos que colgamos un cubo lleno de agua por una cuerda y debajo del cubo hay una roca. A continuación volcamos el cubo sobre la roca. ¿Qué ocurre? Nada. El agua del cubo lo único que hizo fue mojar la roca sin ninguna consecuencia. Si por el contrario, en la base del cubo practicamos un pequeño agujero, de tal forma que se produzca un goteo continuo sobre la roca, ¿qué ocurrirá entonces? Pues que con el paso del tiempo la roca tendrá un orificio como resultado de ese goteo. Es decir una simple gota perforó la roca, cosa que no pudo hacer todo el agua que se volcó en un momento sobre ella”.
Conclusión: Las pequeñas cosas, por muy pequeñas que sean, a lo largo del tiempo siempre producen grandes cambios. Para hacer grandes cosas y crecer hasta lo más alto, hay que empezar siempre, desde lo más bajo.
En la vida diaria para llegar a alcanzar los objetivos que una persona se propone, se necesitan grandes dosis de constancia y persistencia. Por ejemplo, los deportistas de élite tienen que llevar a cabo un duro entrenamiento para aspirar a la medalla de oro o para poder ganar partidos. Deben llevar una dieta adecuada, una vida sana, tener una rutina diaria de actividades deportivas, entrenamientos, concentraciones, etc…
Esto es también aplicable al mundo de los negocios. El emprendedor exitoso es, por regla general, el más perseverante. Ninguna empresa tiene éxito de un día para otro, todo se obtiene gracias al trabajo diario, a la constancia, a la paciencia y a la perseverancia.


Justo Marín.

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